viernes, 12 de febrero de 2010

El arte de amar


¿Qué es el amor? Quizás ésta sea una de las peguntas que en algún momento todos nos hemos hecho pero para la cual no tenemos respuestas certeras. Precisamente este es el tema que atraviesa de forma transversal la mundialmente famosa obra de Erich Fromm: "El arte de amar". ¿Cuánto hay de cierto en sus páginas? Mucho y poco a la vez, depende de cómo se desee comprender. Para los psicólogos científizados, permítaseme el neologismo, puede ser una obra altamente criticable pero lo cierto es que si la leemos con una postura abierta, mucho de interesante se hallará entre sus páginas.

Quizás una de las ideas más interesantes de Fromm radica en su concepción del amor maduro. En contraste con la simbiosis, el amor maduro implica una unión a condición de preservar la identidad propia, la individualidad. El amor encierra la paradoja de dos seres que se transforman en uno pero continúan siendo dos. El amor maduro se traduce en la correspondencia de espacios comunes manteniendo los espacios propios, es la entrega sin condiciones y sin la pérdida de uno mismo.

Sin embargo, el amor no resulta un sentimiento sencillo. También es preocupación activa por la vida y el crecimiento de la otra persona. La esencia del amor que nos propone Fromm también es "trabajar" por algo y hacerlo crecer. Así, nos devela otra de sus facetas: la responsabilidad. Entendiéndose como la preocupación por el otro y la asunción de sus acciones; el estar atentos a sus necesidades físicas y psíquicas.

Pero la responsabilidad puede degenerar rápidamente en dominación y posesividad si no ejercitamos el respeto. Respetar significa preocuparse porque la otra persona se desarrolle tal como es; no intentar explotarla sino propiciar su libertad en la misma medida en que propiciamos la nuestra. Amar no es meramente un sentimiento poderoso, es una decisión y también una promesa. El amor se sustenta en una confianza plena en la otra persona y en la entrega total.

Existen diferentes tipos de amor: El amor infantil que se guía por el principio: "Amo porque me aman". Al contrario, el amor maduro se rige por el principio: "Me aman porque amo". El amor inmaduro dice: "Te amo porque te necesito", el amor maduro expresa: "Te necesito porque te amo".

El amor erótico, es el deseo de la unión completa y es aquel que resulta más engañoso ya que se le puede confundir con el simple y fugaz enamoramiento o con el deseo sexual. Éstos últimos pueden estar estimulados por la angustia, la soledad, la motivación de la conquista...

Como la mayoría de las personas relaciona el deseo sexual con la idea del amor, con facilidad se incurre en el error de creer que se ama cuando se desea físicamente. El amor puede inspirar el deseo de la unión sexual; en tal caso, la relación física debe hallarse plena de ternura. Al contrario, la atracción sexual crea, por un momento, la ilusión de la unión pero resulta igualmente fugaz. El estudio de los problemas sexuales más frecuentes: frigidez en las mujeres y trastornos eréctiles en los hombres, demuestra que la mayoría de las veces la causa no radica en una falta de conocimiento de la técnica sexual adecuada sino en las inhibiciones que les impiden relacionarse.

El amor comienza cuando la persona siente que las necesidades del otro son tan importantes como las suyas. Cuando "damos", por el placer inmenso que nos produce la acción de "dar" lo mejor de nosotros y no por el hecho de esperar algo a cambio.

Otro de los aspectos que se resaltan en esta obra es la idea de que el amor no está libre de conflictos. Pero cuando los conflictos se manifiestan en dos personas que se aman no son destructivos sino que contribuyen a aclarar sus puntos de vista y facilitan un conocimiento más profundo.

El amor es un poder activo que atraviesa todas las barreras culturales que puedan existir entre las personas. El amor nos capacita para superar nuestro aislamiento y soledad. El amor constituye una vía para el crecimiento.

Saquen entonces sus propias conclusiones sobre el libro.

Fuente: http://sexo-eros.blogspot.com/2010/02/el-arte-de-amar.html

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